Puede que la abstracción
del lenguaje sea la conceptualización de la nada. La nada como exceso, suceso y
proceso. La nada como completitud del vacío… la nada como distancia entre
palabra y palabra, como diferencia misma. Una nada tumultosa, sumamente poblada
que me atrae al abstraerme y me obliga a cuestionarme sobre la construcción y
deconstrucción de la nada misma. A hacer hermenéutica de mi narratividad en
tanto mera distinción resultante sumamente docilizada, aplacada, normalizada. A
invitar a mi animalidad, como concepto construido, a emerger como ruptura,
aunque no lo sea… aunque ya nada lo
sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario